En los últimos días de 2011, Masami Yamamoto, presidente de la multinacional japonesa Fujitsu Ltd, expresaba en el Wall Street Journal su inquietud por el estado de la economía europea, su mayor mercado exterior. A diferencia del punto de vista corriente, su primer motivo de inquietud no son los países mediterráneos, sino Alemania: “hasta ahora ha sido una economía sólida, pero en las últimas semanas empezamos a observar ciertas reticencias a invertir”. Pocos días antes, el autor de este blog había entrevistado a Ángeles Delgado, directora general de la filial española de Fujitsu, y la verdad es que sus palabras no traducen el mismo dramatismo, y conservan una viva actualidad.
Fujitsu es uno de los gigantes de las tecnologías de la información, que espera cerrar en marzo su ejercicio con ingresos de 4,5 billones de yenes (46.000 millones de euros), con un crecimiento global del 0,3%. Aunque un 60% de su negocio está en Japón, se da la circunstancia de que es el mayor fabricante de hardware en Europa, gracias a su modélica planta en Augsburgo (Alemania). La oferta de la compañía abarca todas las gamas posibles de hardware – desde móviles hasta el superordenador más potente del mundo en la actualidad, pasando por PC, servidores y equipos de almacenamiento – así como software y servicios.
En España, Fujitsu culminó hace dos años la fusión de sus dos ramas, una centrada en los productos y otra en los servicios. Recientemente, Ángeles Delgado procedió a potenciar la primera actividad creando una división específica de productos. Este fue el primer asunto de la conversación. “Lo que nos preocupa – dijo – no es si los clientes compran productos o compran servicios. Lo que quieren es virtualizar el datacenter y hacerlo más flexible, transformar el puesto de trabajo, entender cómo pueden llevarlo a esa realidad que es la movilidad, cómo gestionar la complejidad de su parque de dispositivos […] No nos están pidiendo un producto o un servicio, sino que les ayudemos a hacer más eficientes sus operaciones, que les acompañemos en ese viaje a la nube que todos se plantean pero pocos saben cómo hacer”.
Lo que se ve es que el mensaje de marketing ha cambiado, o al menos se ha modulado.
En 2011 hicimos una encuesta entre 800 directores de sistemas en toda Europa, y la gran conclusión es que las TI tienen que ser más flexibles, adaptarse mejor al negocio de cada uno, y que los costes tienen que ser predecibles; esto es lo que en Fujitsu llamamos “remodelar las TI”.
Ha puesto énfasis en el puesto de trabajo. ¿Será una prioridad en 2012?
Una parte de mi misión como directora general es estar en contacto con los clientes, y no he conocido uno solo que no se plantee la transformación del puesto de trabajo. Hasta ahora, todos dábamos por hecha la asociación entre movilidad y demanda de portátiles, pero esto lleva necesariamente a que el puesto de trabajo sea móvil y que desde él se pueda realizar cualquier transacción […] He leído en su blog que no le gusta la sigla BYOD.
Era sólo un titular que no prejuzga sobre el fondo.
Pues Fujitsu tiene anuncios en esa línea.
¿Están dispuestos los clientes a invertir en la renovación de sus TI, tal como están las cosas?
Ellos saben mejor que nadie que no se pueden quedar quietos, que han de renovar su tecnología y que tienen que reducir costes, y que la innovación es una condición para competir y para crecer. Lo que no tienen tan claro es cómo hacerlo, y ahí es donde entra el valor de los servicios.
¿Cuál es la actitud de los clientes de Fujitsu hacia las propuestas de la ´nube`?
Depende mucho del tipo de cliente de que hablemos. Fujitsu ha lanzado su cloud, con seis centros en todo el mundo, pensada como una plataforma de servicios. Estamos hablando de una `nube´ híbrida, con facilidad de acceso a la pública pero con la seguridad de una privada.
Lo que provoca recelos es la seguridad, la integridad de los datos […]
Nuestra plataforma ofrece sistemas de alta redundancia, acceso biométrico, etcétera. Pero también tiene una capacidad de proceso y comunicaciones adaptada a los ritmos del negocio, que no pueden esperar los tiempos transaccionales de antes. La nube ya es un concepto universal, que nadie discute, pero hay diferentes tipos de nubes y diferentes necesidades de diferentes clientes.
[…] o sea que en la práctica no es tan universal
Algunos de nuestros clientes la utilizan con gran entusiasmo, como Campofrío, pero todos aquellos con los que hablo están en algún punto del camino. Y la situación económica está acelerando la adopción del cloud computing.
¿Qué impacto tiene la situación económica en las cuentas de la filial española?
Como usted sabe, nuestro año fiscal es peculiar, se cierra en marzo. Hasta ahora, los datos que conocemos están en consonancia con los objetivos.
¿Es decir…?
Un crecimiento del 10%.
¿Qué me dice de la banca y las administraciones públicas?
Que son muy importantes para nosotros. En las AAPP hacemos un 40% de nuestro negocio, y la banca también supone una cuota muy alta.
Bien, pero ¿cómo ve las inversiones de la banca?
Es un sector en consolidación, lo que va a acelerar la inversión en tecnología. Con La Caixa, uno de nuestros grandes clientes en España, estamos trabajando en la renovación de sus cajeros, y estoy en condiciones de decir que los cinco grandes bancos del país están usando nuestras tecnologías de virtualización y almacenamiento. Además, le recuerdo que la gran banca española está obteniendo beneficios fuera de España, y necesita tecnologías que habiliten ese crecimiento.
¿Quiere decir que el ciclo de inversión de la banca no ha sufrido?
No se ha paralizado, ni mucho menos. Con el BBVA estamos haciendo un proyecto de gestión de la información, que también es de transformación del puesto de trabajo. Se trata de 11.000 escáneres, para capturar la información en origen, tratarla y gestionarla. Fujitsu ha puesto el hardware – somos líderes en el mercado español de escáneres – y además el software y los servicios.
¿El argumento vale para las cajas, aparte del caso singular de La Caixa?
Es obvio que hemos notado un estancamiento, pero ya se ha reanudado el negocio de cajeros, porque con la restructuración las entidades tienen que optimizar sus canales de relación con sus clientes.
¿Y eso vale para las AAPP?
Las administraciones tienen reducir drásticamente su gasto, y para ello tienen que hacer más eficientes sus operaciones, buscar servicios compartidos y transversales. Por eso estoy convencida de que vamos a asistir a grandes procesos de transformación.