La Comisión Europea ha autorizado sin objeciones la compra de Alcatel-Lucent por Nokia sobre la base de que la operación «no plantea problemas de competencia [porque] sólo compiten entre sí en ciertos segmentos de un mercado en el que un líder europeo, Ericsson, se enfrenta a tres rivales asiáticos: Huawei, ZTE y Samsung». Faltan pasos legales importantes para que ambas puedan consumar su unión, entre ellos la aprobación de China, donde anbas han tenido presencia durante años. Pero ya resulta evidente que Alcatel-Lucent quiere exhibir ante los mercados – y ciertos analistas escépticos – que bien vale los 15.600 millones de euros pactados.
Los accionistas de las dos compañías aún deben sancionar formalmente la transacción, pero en las últimas semanas se han producido movimientos de ´activistas` que sugieren la oportunidad de revisar al alza el precio. Son maniobras previsibles, pero entre unas cosas y otras no se espera que la absorción se complete antes de finales del corriente año. Para entonces, se espera que ambas habrán firmado desinversiones que – eventualmente – podrían modificar la ecuación acordada.
Desde que los CEOs de las dos compañías, Rajeev Suri (Nokia) y Michel Combes (Alcatel-Lucent) escenificaron el acuerdo de compraventa, la segunda se ha embarcado en un frenesí de lanzamientos, como si nada estuviera a punto de ocurrir.
La capacidad de innovación de Alcatel-Lucent no necesita mayores demostraciones. Un repaso a las tecnologías que Alcatel-Lucent ha mostrado en los últimos meses, presenta un denominador común: hacer que las redes sean entes más flexibles y capilares, que evolucionan a un ritmo no menor al que registran los dispositivos que se conectan a ellas y las aplicaciones que por ellas transitan.
Por encima de todo, destaca el esfuerzo puesto en la virtualización. «En los últimos dos años y medio, hemos estado poniendo todas las herramientas necesarias para ese salto tecnológico, que permite adaptar las redes al mundo de las aplicaciones, con la dinámica que es propia del modelo cloud«, explica Gloria Touchard, directora técnica de Alcatel-Lucent para España y Portugal.. «Buscamos redes más eficientes, queremos que el coste sea sostenible. Porque el coste de operación de las redes no puede incrementarse en la proporción en que se está disparando el tráfico».
La prueba de que no son palabras es el memorandum de intenciones formado a principios de julio entre Alcatel Lucent y Telefónica, para dar nuevos pasos en el acuerdo previo de colaboración en NFV implementado en 2014. Las pruebas – coinciden las partes – han arrojado resultados tan satisfactorios que el rendimiento de la red ha sido del 100%, lo que significa que los datos han sido transportados sin pérdida alguna. Se supone que el compromiso de testear otros elementos de la tecnología NFV será proseguidos bajo el nuevo propietario, ya que esta es uno de los vaciós que Nokia pretende llenar en un oferta a los operadores. Dicho sea de paso, la relación de AlcaLu con el grupo Telefónica es mucho más asidua que la que ha tenido la compañía finlandesa.
En la misma línea, entre los lanzamientos recientes de Alcatel-Lucent se encuentra su NSP (Network Services Platform) que se basa en el concepto SDN (software-defined network) y permite centralizar las capas óptica e IP de la red. Al controlarse ambas a la vez, el tráfico puede enrutarse para evitar los tramos que puedan estar caídos en un momento dado, al sustituir la configuración manual (que no permite la respuesta en tiempo real). Así se atiende un cuello de botella habitual en operadores que – en la gráfica definición de Touchard – «por la mañana prestan servicios a empresas y por la tarde entretenimiento a los consumidores, sobre la misma red».
Sin salir del prolijo mundo de SDN, Alcatel-Lucent ha estado presentando la solución de servicios virtualizados VSN, de su subsidiaria Nuage Networks, una de las ramas de la compañía que previsiblemente saldrá beneficiada de la absorción por Nokia. Se trata, en apretada síntesis, de automatizar la red sobre la base de políticas de tráfico y facilidad de uso de las aplicaciones. La compañía francoamericana había tomado la virtualización como una de sus piedras angulares, y CloudBand es su orquestador para exportar el concepto de centro de datos a las funciones de red [que de esto trata NFV].
Si la virtualización del control de la red era lo primero que se podía centralizar, el siguiente paso debía ser la virtualización del router. Por esto, Alcatel-Lucent lanzó hace meses su router virtual (VSR). Precisamente, la ampliación del acuerdo con Telefónica contempla VSR en entornos de producción. La cartera de routers clásicos de este proveedor no va a desaparecer, pero necesitarán menos capacidad con las mismas prestaciones funcionales. La virtualización del router – otro campo que para Nokia es nuevo – busca dar capilaridad con eficiencia de coste mediante una suite de aplicaciones software: el servicio IP se flexibiliza en función de la demanda. Para el aumento de tráfico, la compañía ha introducido una interfaz de router IP de 400 Gb: las redes, en general, están pasando de 10 Gb a 100 Gb, pero Alcatel-Lucent se basa en la previsión de que pronto será necesario cuadruplicarlo.
Es que el incremento de tráfico en las redes tiene un responsable de mucho peso, nunca mejor dicho: el vídeo. Alcatel-Lucent ha trabajado Velocix, su CDN (content delivery network) para optimizar la gestión del vídeo, con el requisito de personalización de contenidos sobre la base de recomendaciones. Proveedores como YouTube, Netflix y similares abren la posibilidad de que cada usuario vea el vídeo que quiere cuando le venga en gana: evidentemente, ciertos contenidos son más demandados en modo simultáneo o no. El CDN hace un ´cacheo` de estos contenidos en un punto intermedio de la red, para racionalizar económicamente el tráfico.
Dentro del esfuerzo por aprovechar las infraestructuras existentes para flexibilizar las redes, Alcatel-Lucent no ha trabajado sólo en el centro de estas sino también en el último tramo. La vectorización del cobre permite servirse de la capilaridad de este cableado que conserva su papel en la red. Alcatel-Lucent dispone de la tecnología G-fast, que ofrece velocidades de 100 Mb, mientras en su perspectiva tiene la siguiente generación que llegaría has 1 Gbps. En coherencia con este planteamiento, ha introducido la posibilidad de hacer la transición de los servicios de voz RTPC a una infraestructura ´todo IP` de banda ultra ancha.
Por otro lado, Wireless Unified Network se ocupa de la parte inalámbrica: durante el Mobile World Congress de este año, este blog asistió a una demostración de cómo combinar WiFi con la red celular para aumentar la velocidad tanto de subida como de bajada. La previsión es que la red móvil se convierta en pieza clave para las empresas al integrar WiFi – hoy más usual entre consumidores – y que esta sea una forma en que las operadoras obtendrían valor. Los avances en VoLTE están destinados a mejorar la cartera de estas para mejor competir con las omnipresentes OTT.
Uno de los últimos lanzamientos de la compañía antes de su integración en Nokia, ha sido Rapport, una plataforma abierta destinada a flexibilizar – el verbo aparece constantemente en el discurso de Alcatel-Lucent – las comunicaciones contextuales en las grandes empresas. La idea básica es que servicios como la voz, el chat y la videoconferencia sean funciones disponibles para cualquier aplicación, página web u objeto conectado. En relación con esto, en el punto de mira de Alcatel-Lucent está [y a buen seguro estará en el de Nokia] Internet de las Cosas como eje sobre el que a girar el estándar 5G: la conectividad entre las cosas suele ser frecuente pero muy corta, y esta circunstancia puede ser manejada eficientemente con el nuevo estándar.
[informe de Pablo G.Bejerano]