El dato se puede expresar escuetamente, con la brevedad de un tuit, tal que así: pronostican una caída del 1% en valor de las ventas globales de tecnología de consumo en 2014. Pero un tuit es, en el mejor de los casos, sólo una pista que conduce a una información. El pronóstico lo formuló el fin de semana Steve Koenig, economista de la CEA (Consumer Electronics Association) como aperitivo de la apertura de la feria CES en Las Vegas, y su relevancia está en la palabra ´valor`: de 1,07 billones de dólares en 2013 (estimación aún no corroborada por las consultoras habituales) el mercado mundial descendería a 1,05 billones proyectados para este año. Y como el 43% del total corresponde a la suma de smartphones y tabletas [los primeros son, con un 30%, la categoría que más pesa], la previsión no se explicaría sin una bajada de precios en esas familias de productos.
Según explicó Koenig y me cuenta Mario Kotler desde Las Vegas, está previsto que en 2014 se vendan 340 millones de tabletas, en lugar de los 242 millones del año pasado, y se estima que la media de PVP estará en torno a los 150 dólares por unidad. En principio, se venderán 1.200 millones de smartphones, tras un cierre de 1.007 millones en 2013, pero el precio medio bajará a 297 dólares. Esta es la razón por la que un aumento del volumen corresponde a un descenso del valor.
La bajada del precio medio no debe entenderse como un contratiempo para los fabricantes – o no para todos – sino que está dictada por la necesidad de ampliar la presencia de estas categorías en los mercados emergentes. Pero, al mismo tiempo, refleja el hecho de que el frenesí de las marcas por situarse en la cúspide de la gama alta empieza a perjudicar los intereses de esos fabricantes, obligados a extender sus catálogos hacia abajo, ante los signos de saturación (relativa) en los mercados desarrollados.
Hay en el estudio de la CEA otra información que el imaginario tuit no puede recoger: Estados Unidos ha sido desplazado por China como primer mercado para la tecnología de consumo. Es fácil de entender: son 1.300 millones de habitantes en un país que tiene 160 ciudades con más de un millón de residentes, comparado con sólo nueve en EEUU, precisó Koenig. Un poco de sociología: cuando se les pregunta si la tecnología es para ellos imprescindible, el 90% de los chinos responden afirmativamente, frente a sólo el 55% de los estadounidenses. Por lo que la entidad que organiza el CES – antaño una feria americana – se carga de razones para haber cambiado su nombre por el de International CES.
Otra observación que se desprende del informe es que se acentúa el peso de la movilidad como factor dominante del mercado de la electrónica de consumo. Nuevamente http://www.norbertogallego.com/8ene/2013/01/08/ , en Las Vegas se presentan este año televisores 4K, se anuncian nuevos PC – Chromebook, sobre todo – cámaras y otros dispositivos, se habla mucho de coches conectados, wearable computing, Internet de las cosas e impresoras 3D, pero lo esencial es que la revolución del smartphone y su derivada, las tabletas, han transformado radicalmente este mercado: quédense con el dato, 43% de un billón de dólares.
No espere el lector que este blog se precipite en el análisis de novedades del CES 2014. Como ya he escrito aquí, tampoco este año he viajado a Las Vegas porque a) no me gusta la ciudad ni el barullo del CES, b) en ese guirigay multitudinario es casi imposible tener una conversación inteligible con gente abrumada por el ambiente y c) prefiero dedicar el 6 de enero a disfrutar de los niños de mi familia. Pero el amigo Kotler ya me está enviando sus informes, que iré destilando en los próximos días y semanas.