Si la idea parecía buena en julio de 2010, ¿por qué no ha funcionado? Cisco anuncia la muerte de su tableta Cius, que definía como un dispositivo destinado a usos corporativos (colaboración, seguridad, videoconferencia): una tableta para empresas, que además podrían alojar en una appstore sus aplicaciones propias para los empleados. Pero con el tiempo, se ha comprobado que – a diferencia de lo que ocurre con los portátiles – los empleadores no están por la labor de entregar tabletas a su personal, ni Cius es el tipo de tableta que quiere usar el personal.
Es una lección que tiempo atrás aprendió BlackBerry, con el fracaso de su tableta Playbook. Y que deberán tomar en consideración aquellas marcas que busquen diferenciarse del iPad lanzando al mercado tabletas que no respondan al criterio dominante de consumo de contenidos. Ese es, aparentemente, uno de los planes que tiene Microsoft para el futuro Windows 8, y así lo sugería Eric Cador, VP de HP, en la entrevista con este blog.
La explicación de Cisco suena sincera: “hemos aprendido que los empleados prefieren llevar sus propias tabletas al trabajo, y las empresas respaldan esa actitud”. Esto se llama BYOD (bring your own device). Al mismo la compañía ratifica su objetivo de crear “espacios de colaboración” que satisfagan a la vez las necesidades de las empresas y los deseos de los usuarios. A partir de esta premisa, su prioridad pasa a ser el refuerzo de su oferta de su software Jabber y WebEx “para adaptarlo a otros dispositivos y experiencias”