Un lector que se presenta como catedrático de la Politécnica de Cataluña, escribe pidiendo más precisión en una frase de ayer, que aludía a las factorías asiáticas (ODM, original design manufacturer), en los que las marcas (OEM, original equipment manufacturer) hacen recaer su capacidad de competir en precio. Sinceramente, creo que en su contexto, la frase no daba más de sí. Pero puede que a todos nos resulte útil conocer un informe de iSuppli, según el cual los costes de fabricación – sin incluir materiales, licencias ni otros conceptos – habrían llegado a un límite del que será imposible que sigan bajando. Pero los usuarios quisieran que bajen.
“Los márgenes brutos de los ODM – dice el informe – especializados en la fabricación de portátiles, han declinado durante los últimos cuatro años. Sólo entre 2010 y 2011, del 8,15% al 5,79%”, acercándose a la zona de rentabilidad negativa”. Con el agravante de que los portátiles representan, según los casos, entre el 70 y el 90% de sus ingresos. Para subir el margen, se les presenta la ocasión con los nuevos ultrabooks. ¿Por qué? Porque para competir con Apple, es exigible que lleven carcasas elegantes, hechas con nuevos materiales y con mejor acabado: más costosas, en una palabra, y al menos de entrada más rentables.
Es una oportunidad idónea, porque la mayor parte de la capacidad de producir carcasas está a tope trabajando para Apple y su contratista Foxconn; esta es la razón por la que los cuatro grandes ODM taiwaneses (Quanta, Compal, Winstron y Pegatron) invierten en dotarse de capacidad propia o adquieren fábricas en China que, suponen, les permitirán atender la demanda creciente de la nueva categoría. La otra cara de la moneda es que, por su parte, los OEM tienen que ser muy estrictos con el PVP de sus ultrabooks, si no quieren perder cuota de mercado frente a la renovada oferta de Apple. Confìo en que el lector quedará satisfecho con estas precisiones.