Cuatro grandes empresas del sector – Intel, IBM, Microsoft y Google – han sido castigadas en Wall Street tras presentar unos resultados que los analistas calificaron como ´decepcionantes´, siguiendo alguno de sus parámetros usuales pero que, objetivamernte, no merecerían tan unánime punición. Mañana, martes, puede ser el turno de Apple y en días sucesivos puede haber otros episodios dictados también por los excesos de una enfermedad endémica que en las bolsas, por mal nombre, se conoce como expectativas. Veamos los cuatro casos de los últimos días.
Los resultados de Intel del segundo trimestre han seguido un libreto previsible: flojera del mercado de PC, dinamismo en el de los datacenter, decisión de recortar las inversiones de capital; su peor debilidad, los chips para móviles, lleva camino de resolverse. Financieramente, el beneficio por acción correspondió a lo esperado, pero los ingresos se quedaron cortos con respecto al «consenso» que – como las salchichas – más vale no saber cómo se elabora.
Se mire como se mire, IBM tuvo un trimestre débil que prolonga un año del mismo tenor, pero la compañía, según sentencia de Bloomberg, «disimula como mejor sabe la caída de sus ingresos: huyendo de los negocios de bajo margen, recortando plantilla y acentuando su plan de compra de acciones propias». Todo sumado, la receta puede parecernos buena o mala, pero no es ni más ni menos que la que recomiendan los que mueven el mercado bursátil. ¿A qué viene escandalizarse?
De Microsoft me ocupo con detalle en la crónica de hoy: nada que pueda sorprender a un inversor mínimamente avezado. En las últimas semanas, su acción tocó el máximo de cinco años, y hacía falta una excusa para rebajarla aunque sólo sea temporalmente. El bendito «consenso» contemplaba un PER de 0,75 y en el mundo real se ha quedado en 0,59 por motivos nada esotéricos. Es como para plantearse si esta ratio sirve realmente como herramienta de predicción.
¿Qué se puede decir de Google? Elevó un 19% sus ingresos y un 16% sus beneficios en el trimestre que va de abril a junio. Excelente, juzgaría quien sólo atienda a los hechos http://www.norbertogallego.com/google-renueva-su-arsenal/2013/05/23/ , pero a los inversores – vamos, a quienes hablan y escriben en su nombre – les supo a poco, y la acción cayó al día siguiente. ¿Motivo? El descubrimiento súbito de algo sabido y reconfirmado: que la publicidad online se desplaza de los ordenadores a los móviles, y que los anunciantes se resisten a pagar en los segundos la misma tarifa (costo por clic) que en los primeros.
Como he dicho, preparémonos para el martes por la noche, cuando Apple anuncie sus resultados trimestrales. A menos que, ¡sorpresa! contengan datos inesperados – y descartando de entrada que revele su calendario de nuevos productos – es probable que los críticos parasitarios le apliquen otro correctivo.