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  18/09/2015

18Sep

La profusa e interesante documentación preparada para el Analyst Day de HP [puede consultarse en] era el pastel, pero los comensales se lanzaron a por la guinda. Del briefing de Meg Whitman, lo que saltó a los titulares fue el anuncio, a mes y medio de la segregación de la compañía, de que serán necesarios entre 25.000 y 30.000 despidos adicionales, que «eliminarán la necesidad de futuras reestructuraciones». Lo que sin duda eliminarán será el 10% de una plantilla que a finales del 2014 contaba con 302.000 empleados. El ahorro se estima en 2.700 millones de dólares anuales, pero lo concreto e inmediato serán unos costes de reestructuración de – curiosamente – 2.700 millones de dólares a provisionar de los resultados de este año.

Desde que en septiembre del 2011 asumió el puesto de CEO, con la compañía desquiciada, Meg Whitman habrá eliminado en total 88.000 empleos. La secuencia ha sido consistente con la trayectoria que han seguido los ingresos [pasaron de 127.200 millones en 2011 a 111.400 millones en 2014] y los beneficios [de 7.074 millones a 5.013 millones, respectivamente].

Con esta nueva ronda de despidos se pretende que HP Enterprise (HPE) nazca el 1 de noviembre con una estructura de costes sin rémoras, valora Crawford del Prete, consultor senior de IDC, quien apostilla que Meg Whitman será la CEO de la compañía segregada. En lo fundamental, se aplicará a la rama Enterprise Services, el negocio más vulnerable de la compañía. En una entrevista al programa Squawk on the Street, de la CNBC, Whitman explicó que el cambio tecnológico, al ser más rápido de lo que nadie esperaba, obliga a desplazar actividades intensivas en mano de obra a países de bajos costes, «con mucha más automatización de la que hoy tenemos». Se espera que la proporción de empleados en la prestación de servicios en países low cost pase del 42% actual al 60%

También la otra mitad de la histórica compañía, HP Inc (HPQ), tendrá que sacrificar empleos, pero en menor medida. Según Cathy Lesjak, CFO designada, el año próximo se eliminarán 1.200 puestos de trabajo, y así hasta un total de 3.300 al llegar 2018.

Tras haber hecho de la promesa de turnaround su caballo de batalla durante cuatro años, Meg Whitman el martes dijo a los analistas que la compañía está viviendo un cambio ´from turnaround mode to growth mode` y predijo que la tasa de crecimiento anual de HPE será del 4,4% en los próximos tres años. Se curó en salud precisando que en gran medida va a depender de la economía mundial. En primera instancia, cosechó escepticismo: «¿es una previsión realista, cuando la mitad del portfolio está condenada a no crecer?», le preguntó el respetado analista Toni Sacconaghi. A lo que la CEO respondió: «es realista, siempre y cuando cortemos el achicamiento de los servicios».

Esta cadena de acontecimientos sería contraproducente si algún día Meg Whitman pensara en volver a la política [que se lo digan estos días a la precandidata Carly Fiorina, a quien sus rivales le reprochan los despidos de los años en que dirigió HP]. Pero, a lo que importa: la noticia de los despidos ha tenido el efecto más apreciado, una subida del 4% de la acción en Wall Street.


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