Queda menos de un año para las elecciones europeas, y a la comisaria Neelie Kroes le ha parecido que es el momento de salvar su imagen como reformadora de las telecomunicaciones, que esa es su misión dentro de la CE: «el status quo no es sostenible – proclama – porque los ingresos declinan a una media del 1 al 2 por ciento en Europa, mientras en el restÍo del mundo crecen al 5% o más». Otra prueba: Estados Unidos, Japón y Corea combinan el 88% de las conexiones 4G, mientras Europa sólo suma el 6%.
Los operadores están de acuerdo con el aserto, pero quieren ver qué hay detrás de las palabras. Y encuentran lo de costumbre, una intocable fragmentación, pese a que Kroes les prometió hace tres años trabajar por un mercado unificado. Tantas veces se han cruzado las contradicciones entre el punto de vista de Kroes y el de Joaquín Almunia, comisario de competencia, que ayer la primera tenía que fingir en Twitter que ambos están en la misma sintonía. Un portavoz de Almunia reaccionó asÍ: «en tanto los mercados tengan alcance nacional, seguiremos analizando toda posible fusión que pueda perturbar la competencia y afectar a los usuarios de esos mercados».
O sea: la consolidación entre operadores europeos está bloqueada – se ha visto en un mercado pequeño y abarrotado como Austria – pero no se puede excluir desembarcos extracomunitarios. ¿Dramatiza Pierre Louette, CEO adjunto de Orange, cuando dice: «se ha creado una situación carente de atractivo para operaciones intraeuropeas; un mexicano [se refiere a Carlos Slim] puede entrar en dos países tan campante y perder el 50% de esa inversión… los chinos y los norteamericanos están esperando su oportunidad»?
Kroes se ha cuidado mucho de adelantar propuestas radicales: no habrá barra libre a la concentración, ni regulación paneuropea, ni armonización en el reparto de espectro. Varios ministros se oponen, y por tanto no pasarían el filtro. Por consiguiente, los operadores se temen que la retórica de Kroes sólo pretenda endulzar el trago de la eliminación de tarifas de roaming, una medida que está en la agenda inminente de la Comisión, aliñada con un posible ´pasaporte regulatorio` que les permitiría vender servicios fuera del territorio de cada uno. ¿Qué pueden hacer los operadores incumbentes? Pues podo más que seguir quejándose, y dar más pasos en lo que está a su alcance, la compartición de infraestructuras. Ni sueñen con una reforma del mercado de las telecos en Europa antes de mayo del 2014.