Todo parecía indicar que la estrategia cloud de HP había quedado definitivamente perfilada, tras el anuncio de la iniciativa Helion, cuyos primeros productos deberían estar disponibles en octubre. La promesa de Meg Whitman de invertir 1.000 millones de dólares en los próximos dos años era una señal de que, esta vez sí, la compañía tenía por delante una extraño movimiento, con la compra de la pequeña empresa Eucalyptus. Lo extraño no es la compra en sí misma, aunque tiene su aquél, sino el hecho de que el CEO de este, Marten Mickos, se incorpora a HP como máximo responsable del negocio cloud, en lugar de Martin Fink, que ocupaba esa función simultáneamente con su condición de chief technology officer [lo que ya era una rareza].
Eucalyptus, fundada en 2009 sobre la base de un proyecto elaborado en la Universidad de California Santa Bárbara – a la que Mickos se incorporó con el rango de CEO en marzo de 2010 – vende software para construir nubes privadas con la singularidad de que pueden trabajar con Amazon Web Services, moviendo cargas en ambas direcciones. En sus mensajes de marketing, Eucalyptus ha puesto de relieve que es «el único vendedor de cloud privada que tiene una relación formal con AWS», lo que a veces se ha interpretado como una razón por la que podría ser digerida por la filial de Amazon. Finalmente, se ha echado en brazos de HP, por lo que la continuidad de esa «relación formal» difícilmente pueda mantenerse.
Eucalyptus, con 70 empleados y unos pocos clientes pero (se dice) asfixiada financieramente, podría aportar a HP una tecnología open source que responde al interés de HP de ofrecer a sus clientes un puente con el líder de las nubes públicas. Así lo ha explicado Whitman en un memorando interno que pretende explicar que no se trata de un quiebro en la línea marcada sino un refuerzo necesario para su oferta de cloud híbrida. Una manera, tal vez, de reconocer que ese ´puente` es lo que desean sus clientes corporativos para decidirse por migrar a la nube.
La disonancia obedece a que Helion es en la práctica una distribución de OpenStack. Esta plataforma open source, creada precisamente para contrarrestar el poder acumulado por AWS, es la columna vertebral de la estrategia cloud de HP. Parece evidente que la adquisición no cambiará esta orientación, pero como mínimo indica que HP ha entendido que a las empresas les gusta tan poco sentirse atrapadas por Amazon como formar parte de estrategias de confrontación.
Por su lado, Eucalyptus se ha caracterizado por las periódicas críticas de Mickos a OpenStack, consorcio al que en 2012 definió como «la Unión Soviética del cloud computing«. Llamativamente, el mes pasado desveló en su blog un radical cambio de opinión: «lo que ahora nos gustaría es contribuir al éxito de OpenStack». Visto lo visto, esta declaración no era sino el preludio de la venta de la empresa, por entonces en ciernes. Vale, pero ¿por qué encumbrar a Mickos para dirigir un negocio global que se presenta como íntimamente arraigado en OpenStack ?
Aparentemente, hay en el nombramiento un cierto guiño de HP para ganar credibilidad entre la comunidad open source, en la que Mickos goza de gran predicamento. Entre 2001 y 2008, fue el CEO de MySQL, hasta que vendió la compañía de bases de datos a Sun por 1.000 millones de dólares. Como era de esperar, aguantó sólo un año en las filas del nuevo propietario, y se marchó un mes antes de que Oracle comprara Sun. Con este antecedente, en Palo Alto ya circulan las quinielas acerca del tiempo que durará en su nuevo destino, en el que sólo tendrá por encima a la todopoderosa Meg Whitman.