Parece que Cisco ha dejado atrás una larga serie de trimestres en declive: el cerrado en enero – segundo de su año fiscal – ha devuelto la confianza a los inversores, con lo que la capitalización bursátil subió hasta los 150.000 millones de dólares, cifra desconocida desde noviembre del 2007. Los ingresos crecieron un 7% [11.900 millones] y el beneficio neto subió de 1.400 a 2.400 millones, sorprendiendo a Wall Street por segunda vez consecutiva. La única mancha en los resultados ha sido el retroceso del 1% en las ventas a proveedores de servicios, pero incluso este dato resulta mucho mejor que el retroceso medio del 10% en un año y medio. Es un buen signo, según John Chambers; aunque el capex de esa categoría de clientes seguirá cayendo, Cisco espera mejorar cuota de mercado en detrimento de sus competidores.
No faltaron anécdotas durante la conferencia con analistas. Chambers replicó secamente a Rod Hall, de JP Morgan, quien había sugerido que el negocio de switching [el 30% de los ingresos totales de Cisco] ha tocado techo tras crecer un 11% gracias a las ventas de su renovada línea Nexus. «No estoy de acuerdo en absoluto – replicó el CEO de la compañía – porque me consta que estamos cerrando acuerdos que no hubiéramos podido cerrar hace un año». El pique pudo obedecer a una pregunta anterior de Hall, que le reclamó precisiones acerca de sus planes de sucesión. «[…] la próxima vez que usted sepa algo sobre el tema, Rod, será el día en que yo tenga algo que anunciar». En 2012, Chambers dejó caer que estaba pensando dejar el puesto que ocupa desde enero de 1995 y a partir de entonces, toda mención a la sucesión ha sido acallada en el mismo tono.
A poco que se repasen las cifras del trimestre, es fácil entender que Chambers prefiera consumar los objetivos de una transformación que inició hace más de tres años antes de salir de escena con todos los méritos para seguir como chairman. En términos generales, puede decirse que Cisco ha cambiado en estos años su eje de gravedad, de las telecos a los centros de datos, el software y los servicios. En estos segmentos de negocio [cloud, seguridad, analytics] el crecimiento ha sido de dos dígitos. Por otro lado, su oferta ´convergente` que tiene a medias con NetApp ha desbaratado la alianza con EMC y VMware, y fue encomiada como uno de los éxitos del trimestre «sin solapamiento competitivo».
No anda descaminado el analista Ittai Kidron cuando escribe: «la racha descendente que ha vivido Cisco ha tenido mucho que ver con un exceso de dependencia respecto de los operadores […] he visto a otras compañías hundirse cuando uno o más de estos clientes, tras prometerles que ampliarían sus capacidades, se echaban atrás a la hora de invertir. En una industria tan regulada como esta, las promesas de los operadores suelen ser un instrumento para obtener concesiones, pero luego las inversiones se aparcan hasta que el beneficio esté suficientemente garantizado».
Una de las satisfacciones de las que presumió Chambers ante los analistas fue el haber duplicado la base de clientes de su propuesta de Application Centric Infrastructure (ACI) nombre comercial que aplica a lo que el resto de la industria conoce con la sigla SDN (software-defined networking): de 580 pasó a 970 y luego a 1.700 clientes. «We´re back with a vengeance«, dijo, y como alguien le preguntó si se estaba refiriendo a VMware, la respùesta fue punzante: «Vemos a VMware como un competidor ´aspiracional` al que derrotar, y cuando le derrotemos nos vamos a divertir; quisiera ser mejor persona y poder decir otra cosa, pero así son las cosas».
La apreciación del dólar podría ser un problema en el siguiente trimestre, porque las ventas fuera de Estados Unidos representan el 51% de los ingresos de Cisco. Por ahora, no ha calculado ese impacto, y los resultados son buenos en todas las geografías. En Europa, el crecimiento fue del 7% interanual, claro que la comparación tiene truco: hace seis trimestres, era un 4% negativo y hace un año el 2% negativo. «Cuando vemos que en el sur de Europa hemos crecido un 20%, mi conclusión es que ninguno de nuestros competidores crece tanto en esta región, y algunos ni siquiera crecen». Por lo que se ve, Chambers está pletórico.