IBM se retiró de los PC en 2005, y de los servidores x86 este año, en ambos casos vendiendo el negocio a Lenovo. Pero no se le pasa por la cabeza retirarse del mainframe, aunque sólo aporta – directamente – el 3% de sus ingresos. De los comentarios que he leído acerca del anuncio del nuevo z13, me ha gustado mucho esta frase de Dave Vellante: «muchos en la industria han querido siempre construir un mainframe, pero IBM siempre ha tenido uno». En realidad, es el primero que presenta en los últimos tres años, y la importancia del z13 en la estrategia de IBM reside en que la actualización de la serie desmiente una noción muy extendida, la de quienes dicen que el hardware ha perdido importancia en la evolución de las TI. O a los simplistas que proponen, son más, «dejárselo a los chinos».
¿Ha perdido importancia el mainframe en los ingresos de IBM? Desde luego que sí. Lo que no quiere decir que sea superfluo. En primer lugar, los mainframes están profundamente embebidos en las estructuras de TI de las organizaciones, y esto significa muchos otros contratos. Un documento firmado por Matt Eastwood, analista de IDC, estima que los mainframes representan un 10% del gasto anual en la tecnología de servidores, pero un 10% que en la práctica no tiene alternativa: «son la plataforma más sólida existente para cargas de misión crítica, desde los procesos transaccionales a los datawarehouse más voluminosos».
Como argumento sobre la rabiosa actualidad del mainframe se esgrime que toda transacción de comercio electrónico afecta a decenas de interacciones entre sistemas diferentes, y la arquitectura de los servidores basados en Intel no ofrece la escalabilidad necesaria para manejarlas, especialmente si hay dispositivos móviles involucrados.
IBM describe su decimotercera generación de la serie z como específicamente diseñada para la ´economía móvil`, porque es capaz de soportar 2.500 millones de transacciones diarias con una rapidez y seguridad – desde la prevención del fraude hasta la validación de medios de pago – desconocidas hasta ahora. En sectores que han sido usuarios tradicionales de mainframes – banca, seguros, telecos, aerolíneas, retail – las transacciones móviles son crecientes, e IBM cree que esos clientes de muchos años estaban esperando soluciones como las que podrá ofrecer el ordenador z13.
Otro destino obvio del z13 está en el cloud. Desde que esta noción se popularizó, hemos escuchado a directivos de IBM sostener que «el mainframe es el cloud original», porque técnicas como la virtualización y las herramientas de gestión automatizada fueron inventadas hace décadas para los sistemas 360 y generaciones siguientes.
Para cumplir con esas expectativas, el z13 ha sido equipado con un tipo de procesador que contiene 300 veces más memoria que la que se puede encontrar en la mayoría de los servidores, y 100% de más banda ancha para acelerar las transacciones móviles.
No todo es potencia de hardware. Entre otros puntos reseñables de la presentación del z13, se confirma la pasión sobrevenida de IBM por el sofware open source: la nueva máquina es capaz de ejecutar hasta 8.000 servidores virtuales bajo Linux, soporta OpenStack y tareas analíticas con Hadoop. Un documento de la compañía señala que el uso de smartphones y tabletas se ha extendido tanto que compromete la capacidad de análisis con los procedimientos (y por ende las máquinas) convencionales.
Estratégicamente, para IBM tiene mucho sentido elevar el papel de su hardware más característico, hasta alinearlo con los servicios de alto margen en la era de cloud computing, eludiendo la trampa de la ´commoditización`. En este sentido, el movimiento puede asimilarse – con todas las salvedades que se quieran – a la vía escogida por Oracle con sus «sistemas de ingeniería conjunta», la gran familia Exa, de la que pronto se esperan anuncios.
Esta ha sido la noticia de la semana para IBM, pero no es incompatible con la reorganización que se está aplicando sin hacer ruido, sino todo lo contrario. Un analista de Bank of America Merrill Lynch escribe que «la compañía seguirá acentuando su foco en las áreas de crecimiento como cloud, big data y analítica, seguridad y movilidad, pero necesitará [la paciencia de los inversores] hasta que estas áreas lleguen a representar una cuarta parte de su facturación».