15/10/2013

15Oct

Es un detalle curioso: cuando se dice que Mariano Rajoy rehúye a la prensa y habla a través de una pantalla de plasma, la verdad es que se ha dejado ver (poco) en un televisor con pantalla de cristal líquido. Es que en el habla corriente, la tecnología de plasma (PDP) se identifica como nombre de la categoría, a pesar de que la de LCD absorbe el 87% del mercado mundial. Este comentario viene a cuento de la decisión de Panasonic de echar el cierre en marzo del año próximo a su fábrica de Amagasaki, la última que produce televisores de plasma. Es una decisión dolorosa, porque a mediados de la década pasada la compañía hizo cuantiosas inversiones para que esa factoría se pusiera a tono con los costes de la competencia coreana.

El problema de fondo era otro, y ha terminado estallando en las manos de Kazuhiro Tsuga, presidente de Panasonic desde hace 15 meses, quien ha hecho aprobar por el consejo una dotación de 120.000 millones de yenes (900 millones de euros) para suprimir una tercera parte de las líneas de negocio: el 30% de esa cuantía se empleará en abandonar la tecnología de plasma. Tsuga ha proclamado que sólo sobrevivirán las divisiones que dentro de tres años cumplan con el objetivo del 5% de margen operativo; el resto cerrarán o serán vendidas, si hubiera un comprador.

Parece que la política económica de Shinzo Abe ha llegado tarde para salvar a las marcas japonesas de televisión, agobiadas durante años por la dificultad de competir en la exportación por culpa de un yen demasiado caro. Resultado: la suma de las ventas de Sony, Panasonic y Sharp representa hoy menos del 20% del mercado mundial de TV planos, mientras Samsung se lleva una cuota del 27,7% y LG otro 15%. La división de TV de Panasonic ha perdido 800 millones de euros en los dos últimos años, pero la marca seguirá en el mercado con sus televisores LCD/LED de la familia Viera, que acaba de reforzarse con el lanzamiento de los nuevos modelos de ´ultra` definición 4K.

Hay un consenso muy extendido, según el cual el plasma tiene cualidades superiores al cristal líquido: los exigentes críticos de CNET han recibido la noticia con un lamento: «el modelo ZT60 tiene la mejor imagen de cualquier televisor que hayamos analizado, y el asequible S60 es uno de los dos que este año han merecido una valoración 10».

Es un drama para Panasonic, un problema para la industria japonesa y, en última instancia, una incógnita sobre el futuro del televisor. Kun Soo Lee, analista de IHS iSuppli, comenta que los despachos globales han caído por primera vez en 2012, un 6,3% en unidades, manifestación de que el mercado – una vez cerrada del todo la era del tubo catódico – ha entrado en la de saturación de la oferta de televisores planos. El intento de añadir interactividad e ´inteligencia´ está encontrando barreras inesperadas: muchos consumidores usan otras pantallas – ordenadores y tabletas – para ver contenidos bajo demanda, y la parte más joven de ese público deserta de la televisión. Apple y Google son los nuevos enemigos.


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