Que un alto directivo se retire tras 43 años de carrera en una empresa, no debería ser motivo de controversia. Que lo haga a finales de diciembre, no tendría nada de particular. Que se vaya al mismo tiempo que otros dos responsables de áreas fundamentales, es lógico que despierte suspicacias. Hablo del anuncio de que Steve Mills, máximo responsable de la división Software & Systems de IBM, se retira con efectos inmediatos. Simultáneamente, salen de la compañía Danny Sabbah, CTO del negocio cloud y Brendan Hannigan, director general de IBM Security. En principio, lo más relevante debería ser el ´caso Mills`: pese a sus méritos, no hubiera podido ser el sucesor de Sam Palmisano, de su misma quinta, pero permaneció en IBM más allá de la edad recomendada para la jubilación, con el fin de acompañar a Virginia Giny Rometty en una difícil reconversión de la compañía.
Mills era el último miembro del equipo directivo de Palmisano que seguía en nómina. Por natural que sea retirarse a los 64 años – es la explicación oficiosa de IBM – no deja de ser materia de interpretación. ¿Está en marcha otra fase de la reorganización emprendida por Rometty? Misión cumplida, podría decir Mills: hace sólo un año, a sus funciones como VP ejecutivo a cargo del software – posición que ha ocupado durante 15 años – añadió la responsabilidad sobre el hardware, y como tal supervisó la venta de los sistemas x86 a Lenovo. En la nomenclatura de IBM, el nivel más alto suele ser senior VP, por lo que el puesto de Mills a la vera de Giny Rometty ha sido considerado excepcional.
En la hoja de servicios de Mills hay que contar 30 adquisiciones desde 2001 [Lotus, Websphere, Tivoli y Rational, entre ellas] con las que reorganizó la cartera de software de IBM desde la adopción de Linux hasta la decidida apuesta por business analytics iniciada con la compra de Cognos. Cuando el viento empezó a soplar en favor de cloud computing, IBM tardó en reaccionar, hasta que compró SoftLayer, núcleo duro de su oferta en la nube.
Aunque encumbrado orgánicamente, Steve Mills quedó marginado de la máxima prioridad actual de IBM, que gira en torno a la computación cognitiva y la nueva unidad de negocio Watson y fuera de su jurisdicción quedó la importante alianza con Apple. Observadores que conocen los entresijos de IBM comentan que la reorganización de la parcela de Mills comenzó en coincidencia con su último ascenso, más aparente que real.
Rometty fragmentó la división de software en tres grandes unidades de negocio: Analytics [a cargo de Bob Picciano], Commerce [Deepak Advani] y Security [Brendan Hannigan]. Otros activos pasaron a depender de la división Cloud [responsabilidad de Robert LeBlanc], con lo que su VP ejecutivo pasó a desempeñar un papel más propio de asesor áulico de la CEO.
El pretexto de la edad no vale para Sabbah y Hannigan, que no eran miembros de la vieja guardia. Este factor está avivando los rumores según los cuales Rometty ha empezado a configurar el equipo del que debería salir su sucesor o sucesora, previsiblemente, dentro de dos o tres años. Con todo lo que tienen de prematuras estas especulaciones, el nombre que suena como ascendente es el de Tom Rosamilia, que desde hace un año manda efectivamente sobre la división de Sistemas, con atribuciones sobre varias categorías de software.
En el curriculo de Rosamilia publicado en LinkedIn hay un detalle llamativo: se ha desempeñado recientemente como asesor económico del gobernador de la provincia china de Guangdong, donde se asienta la flor y nata de la industria TI de ese país.