Falta menos de un mes para que HP se escinda en dos empresas que, tras una larga historia común, harán vidas separadas. Por eso, cada una ha empezado a presumir de méritos propios ante clientes e inversores. En el caso de HP Inc, sus productos tienen dos mercados arraigados, ordenadores personales e impresión. A finales de septiembre, esta compañía en ciernes invitó a partners y periodistas europeos a un evento en Barcelona, para presentarles su nueva oferta de impresoras láser. El auténtico interés del encuentro iba más allá: conocer la estrategia de una rama de negocio que aporta el 40% de los 54.600 millones de dólares de ingresos de HP Inc y, lo más relevante, el 75% de su beneficio operativo.
Una semana antes, durante la conferencia anual de analistas, Enrique Lores, designado vicepresidente de HP Inc. y responsable global del negocio de impresión [excluyendo el de 3D, dirigido por Stephen Nigro], desplegó unas cifras muy elocuentes. El mercado mundial de impresión totaliza 232.000 millones de dólares, de los que HP Printing tiene una cuota del 43,2%. La facturación global de impresoras (hardware) ha declinado casi un 3% en los últimos cuatro trimestres, pero HP ha logrado que la suya creciera el 1,1%. Esto llevó a Lores a transmitir que en este mercado hay «bolsas de crecimiento» que la compañía puede aprovechar apoyándose en su capacidad de innovar, en la simplificación del catálogo y en una «agresiva reducción de costes».
Las variaciones en la relación dólar/euro y dólar/yuan han afectado el negocio de HP y esta es una dificultad que HP Inc. heredará a partir de noviembre. Por esto, la innovación es fundamental si la compañía quiere seguir dominando en medida tan abrumadora un mercado rentable pero frágil. En la parte positiva, recordó Lores que la marca tuvo el pasado trimestre el 46,6% de cuota mundial en impresoras de inyección de tinta, el 36,9% en impresoras láser, el 54,2% en imprenta digital y hasta el 48,4% en grandes formatos. Pero, en la negativa, resaltó que el número de unidades de hardware vendidas ha descendido globalmente.
Conocer el paisaje completo requiere saber que la impresión empresarial es la mitad del mercado mundial (112.000 millones de dólares) pero se ha estancado, con una previsión de crecimiento en los próximos tres años del 0,6% anual. Crecerán más los servicios y soluciones, el 4,4% cada año, que representan una cuarta parte del total. La impresión doméstica, aunque muy visible, apenas representa el 10% y, para colmo, desciende a un ritmo del 4,5%. Gran formato e imprenta tienen gran futuro, pero de momento su crecimiento es de menos del 1,5% anual. En su conjunto, vino a decir, los factores decisivos del negocio son: 1) cuota de mercado, 2) margen de rentabilidad y 3) avance del modelo de servicios sobre el transaccional de toda la vida.
Por tanto, la presentación de Lores giró en torno a dos lemas que resumen el cuadro de situación: Printing is Alive! / It´s all about Supplies. La clave del futuro del negocio a su cargo estaría en mantener la envidiable posición actual entre la clientela empresarial y, en lo posible, mejorarla defendiendo los márgenes recortando los costes. Uno de los objetivos es arrebatar cuota a las copiadoras, equivalente en volumen pero de bajísimo crecimiento y en claro retroceso en el mercado.
Para HP, el modelo de negocio consistente en vender cartuchos caros e impresoras baratas lleva casi una década agotándose, y como respuesta sacó al mercado sus Officejet Pro, dirigidas a usuarios que imprimen mucho, con un coste por página reducido hasta un 50% gracias a cartuchos de gran capacidad. Otra vuelta de tuerca tuvo lugar hace tres años, con la tecnología PageWide, procedente de las impresoras de gran formato: sólo se mueve el papel, con lo que las Officejet ProX consiguen una velocidad y una robustez que llega a superar a las láser.
La innovación indujo un movimiento estratégico que muchos comentarios interpretaron como la apertura de una rivalidad entre la inyección de tinta y el láser. ¿Puede hablarse de dos hemisferios?, preguntó en Barcelona el autor de este blog a Tuan Tran, VP global del negocio Laser Jet. «Ambas tecnologías pueden coexistir en la misma categoría de productos – respondió enfáticamente – lo que significa que sumamos más cuota de mercado que la combinación de todos nuestros competidores […] Nuestras impresoras láser han ganado cuota en el segmento de pequeños equipos de trabajo, pero he de decir que no ha sido a costa de las de inyección de tinta, que han subido puntos».
Por su lado, Xavier Regué, VP del negocio Inkjet para la región EMEA, negó que el supuesto dilema sea tal, pero distinguió los roles de cada tecnología. Confirmó que PageWide ha sido fundamental para que la impresión de tinta penetrara en el segmento de las pequeñas y medianas empresas, hasta el punto de que su cuota en este tramo de mercado ha pasado del 3% en el primer trimestre del 2013 al 17% en el segundo del 2015. Quiso subrayar Regué que ese crecimiento se ha logrado a expensas de los competidores pero no de la otra rama de HP Printing [la cuota de láser en el mismo segmento ha subido tres puntos, había dicho Tran].
Según Regué, la ´propuesta de valor`de dar el doble de velocidad a mitad de coste, explica el éxito de la gama Pro X de inyección de tinta, aunque considera que no es suficientemente conocida en las empresas, porque la inercia de la tecnología láser es muy fuerte. Una nueva iniciativa, que se aplica selectivamente según los países, intenta paliar esa diferencia: se llama Instant Print, y consiste en un servicio por el que cuando se acaba la tinta, el cliente recibe un nuevo cartucho a bajo precio.
Se acepte o no la hipótesis de la competencia interna, las impresoras láser de HP no se han quedado quietas ante el avance de las de tinta. Además de reducir el volumen del hardware y aumentar la capacidad de sus cartuchos, la última novedad consiste en hacerlas más seguras frente a ataques externos. La reciente serie 400 de LaserJet, un 40% más rápida y un 40% más compacta, imprime un tercio más de páginas consumiendo la mitad de energía; la nueva serie 500, adjetivada como enterprise class, mantiene esas características, a las que añade un sistema interno de seguridad que, según anticipó Tran, se irá extendiendo al resto de la gama. Es previsible – aunque Regué no lo confimó expresamente – que las impresoras de tinta adopten pronto esa innovación, al menos en ciertos modelos