Por primera vez desde el inicio de la recesión, Vodafone ha empezado su año fiscal 2010-2011 con un crecimiento de sus ingresos por servicios: 10.600 millones de libras esterlina, 1,1% más que a estas fechas del año pasado. Es poco, pero remata una progresión que acumula tres trimestres consecutivos. Al presentar las cifras, el consejero delegado Vittorio Colao, destacó la conjunción de tres factores: 1) aumento de la facturación por servicios de datos (+25,4%); 2) fuerte crecimiento en los mercados emergentes en África, Europa Central, Asia-Pacífico y Medio Oriente; y 3) el alivio de un 43% de incremento en Turquía, un mercado que en los últimos años había sido una fuente constante de problemas.
De los cuatro principales mercados europeos, Reino Unido y Alemania se recuperan, no así España e Italia. Durante el trimestre, los ingresos por servicios de la filial española han descendido un 5,4% respecto a igual período de 2009, si bien el descenso se atenúa gracias un aumento del 4,2% del tráfico de minutos de voz y los ingresos por servicios relacionados con la banda ancha móvil, que hasta junio crecieron un 25,1%. La base española de clientes de ADSL alcanza ya los 670.000 usuarios.
El análisis de los resultados que hace la consultora británica Ovum se resume en esta frase: “por supuesto, está muy bien que Vodafone crezca en India, Sudáfrica y Turquía, pero su centro de gravedad sigue siendo Europa […] España es por el momento un eslabón débil, comprensible por las dificultades económicas imperantes. Pero la buena noticia es que el crecimiento en Europa tiene su origen en la demanda inducida por los smartphones y los paquetes de conectividad móvil, dos fenómenos que no son coyunturales”.
En rigor, lo más llamativo de la presentación no estuvo en los números, sino en unas inesperadas palabras de Colao anticipando que en octubre tiene la intención de proponer un reajuste estratégico. Ante esto, algunos comentaristas se han preguntado qué necesidad tenía de decirlo justamente ahora para, a continuación, negarse a dar detalles con el argumento de no incurrir en descortesía hacia el consejo. ¿Cuál será el contenido del cambio de estrategia? En una nota a sus clientes, los analistas de Sanford Bernstein pronostican “una revisión a fondo de la oferta y, al menos, la promesa de un cambio estructural que podría traducirse en alguna fuerte desinversión”.
La otra novedad de la semana ha sido el anuncio de un drástico cambio de modelo de negocio en Vodafone 360, iniciativa que en septiembre fue descrita como una apuesta estratégica decisiva. Formalmente, el cambio consiste en dejar de producir los móviles H1 y M1 [¿a quién se le habrán ocurrido estos nombres?] y renunciar a lanzar el H2 – los tres fabricados por Samsung y basados en el sistema operativo LiMo – para pasar, supuestamente, a ampliar la gama de móviles capaces de soportar los servicios de la plataforma cloud.
Es posible que los resultados se quedaran cortos, o que la comercialización de terminales bajo la marca del operador, que inicialmente pareció oportuna, haya provocado rechazo de los fabricantes a quienes, al mismo tiempo, se invitaba a sumarse a la iniciativa. Desde el primer momento, Vodafone dijo que no habría incompatibilidad con otras fórmulas, e incluso sugirió la posibilidad de negociar para que su suite se ofreciera a través de las tiendas online de Apple y Android. Ahora, las cosas quedan claras: Vodafone 360 es una oferta de servicios promovida por el operador, no subordinada a sus propios dispositivos.