Hasta el jueves 30 no se sabrá si 2012 se ha cerrado con un «empate técnico» en la industria de equipos para telecomunicaciones, o si – como muchos aventuran – Huawei ha conseguido por fin dar caza a Ericsson y ponerse a la cabeza del ranking mundial. La compañía china ha comunicado que sus ingresos del año pasado ascendieron a 35.400 millones de dólares (220.000 millones de yuanes), un 8% más que el anterior, con beneficios equivalentes a 1.800 millones de dólares. Ericsson, que anunciará sus resultados el 30/1, tendría que superar los 34.800 millones de dólares (226.900 millones de coronas suecas) que facturó en 2011, si aspira a seguir siendo el líder del sector. Suspense.
Aunque estos asuntos de ranking suelen dar mucho juego, en este caso no está ahí el morbo de la rueda de prensa que ofreció la directora financiera de Huawei, Cathy Meng, hija del fundador y presidente de la compañía. Por primera vez, ha prometido transparencia acerca de la estructura accionarial, algo que reclaman periódicamente los analistas occidentales. Meng sugirió que, eventualmente, nada se opondría a que la compañía fundada por su padre cotice en bolsa, porque ya se aplica a si misma los criterios que rigen en las empresas cotizadas occidentales, y sus cuentas son auditadas regularmente por KPMG.
Si esta promesa adquiere relieve particular, se debe a que ha sido la primera aparición de la señora Meng ante periodistas extranjeros y, sobre todo, a que está en la mente de todos el reciente dictamen de un comité del congreso de EEUU, recomendando abstenerse de comprar productos de Huawei, en nombre de imprecisas sospechas de espionaje electrónico. No se entiende qué influencia podría tener sobre la seguridad de las telecomunicaciones el hecho de que la compañía cotice o no en HongKong, como sí hace su rival y compatriota ZTE [que, por cierto, ha tenido un 2012 desastroso].
En los últimos años, varios intentos de Huawei de comprar empresas norteamericanas han sido vetados, y los principales operadores del país han secundado el boicot al suministrador asiático. ¿Es grave? Sí, porque EEUU es el segundo mercado del mundo (después de China, claro) para la industria en la que se inscribe Huawei, pero sólo representa el 5% de sus ventas, como consecuencia del bloqueo. En estas circunstancias, se ha volcado en reforzar sus vínculos con Europa, donde cuenta con decenas de clientes y varios centros de servicio. Recientemente, ha expresado la intención de instalar un centro de I+D en Finlandia, donde tendrá la posibilidad de reclutar ingenieros que se han quedado sin empleo por la crisis de Nokia. La geoestrategia es una disciplina que los chinos conocen y practican desde hace mucho tiempo.